lunes, 2 de julio de 2012

Entro en la añoranza del recuerdo
donde yo era tuya y tu mío...
un amor que cautivo a mí corazón
aquella hermosa noche bajo la luna llena,
al sabor del ácido de una fresa...
que en dulzo de mi boca deseosa,
con ellas tus besos empezaron...
en una ariesgada y entera aventura,
apetitoso sabor al sexo, al fuego y la pasión
con el olor de un vino bien reposado,
que tomabas y calentabas...
andando por el velo de tu paladar,
hacia tu aliento que me embriagaba...
hasta la comisura de mis labios,
vida a vida, una locura sumergida...
en suspiros con rocíos en el alba...
sostenidos por un momento entre dos...
cuerpos desnudos en tan poco tiempo,
el recuerdo de tus dedos astutos...
acariciando y deslizandoce sobre mi piel...
¡Tanto delirío en tus manos!
afortunadas nuestras almas de pertecernos
aquella noche en esa deliciosa cena...
que nunca olvidare bajo aquella luna.


Otra vez nos separamos

Tantas veces he soñado
Con intimos instantes
Nuestras bocas que se comen
Con pasión lacerante
Tantos sueños, tanto deseo
Que cortos se han quedado
Solo con sentir tu cuerpo
Sacudirse desesperado
Al llegar y recorrerte
Ese ansiado orgasmo
Tus manos, tu pecho duro
Tus labios en mis labios
Mojarme de tu esencia
Derramarnos entregados
Al mas hermoso placer
Al mas querido y sagrado
El de dos amantes sinceros
Que se entregan al ser amado
Y entre besos y jadeos
Tras temblores y relajos
Tu y yo seguimos siendo
Los que nos hemos amado
Y que entre caricias y sonrisas
Otra vez nos separamos.



He tratado de huir de ti…

De tu mundo imperfecto,
Pero tus desnudados labios de afecto
Hacen que mi alma quiera fingir
Que soy tu dulce epopeya,
Que quiere fundir mi piel marmórea
en tu cuerpo ardiente
en tu cuerpo de humano insolente,
esos oscuros y lujuriosos instintos
abren mis fauces tragándose mi orgullo,
se forman laberintos en tus caminos
que amo sin cordura ni sentido,
apropiándome de cada gemido de cada surco
en tu piel cálida que acaricio con lascivia,
susurrándote mi dulce ángel
todo un sin fin de caricias
rozando con mi maligna sed tu vida
abriéndome a la petición de tu piel
de ser sellada con mis besos inhumanos,
de invitarte a una noche eterna en mis brazos,
amando cada ternura abandonada en tus sonrisas
protegida tu hermoso cuerpo de cualquier osadía,
ya no siento es lucha
en mi cuerpo,
ya mi sed fue consumida en tu cielo
y mi dolor fue caricias en tu lecho.


Ni siquiera un amanecer

Ni tus labios, ni tu aroma
Todo de mi se fue
En esa última aurora,
Ni siquiera el olvido
Puede reclamar en mi camino,
Solo quise una caricia mortal
Una posibilidad en tu mirada invernal
Que abrace mis designios,
Ni siquiera la rabia inundo mi mar
Cuando tus besos fueron muerte
En mi triste silueta sin perfilar,
Aunque la luna se muestre renuente
Solo te pediré tu soñar en mis noches,
Ni siquiera tuve un perdón insolente
Un mañana en mis pupilas indolentes,
Solo el recuerdo que adolece
En tus labios que me mecen,
Ellos me llaman en mis noches opacas
En la línea hermosa de tu vientre
En tus senos cubiertos de lujuriosas mañana,
Ni siquiera renuncio a tus ternuras lejanas
Solo al silencio dormido en mi pecho hiriente
Que abraza el delirio contenido de ser tu amante,
Ni siquiera escucho el tenue respirar de tu murmullo
Solo ansío que vuelvas a mi mundo.